Mercado Musulmán. Pasamos por la calle Caldelería que era donde se vendía todo tipo de recipientes y objetos metálicos. Hoy está llena de pequeñas tiendas de sabor musulmán
Plaza nueva con la Torre de la Vela vigilando.
El empedrado granadino es una de las notas que se repiten en todas las calles.
Calles que desembocan en plazas entrañables y quietas donde el tiempo no pasa.
Calles estrechas y de paredes blancas. Fresquitas en verano y resguardadas del frio en invierno. ¿Quien necesita aire acondicionado?
Estructura laberíntica donde el perderse es un placer y donde cada esquina esconde una sorpresa.
Cuestas empinadas que apenas notas al estar prendado de tantas sensaciones.
Y gente, gente de toda clase y condiciones, turistas, vecinos, vecinos, turistas ... quien puede diferenciarlos en un barrio donde muchos turistas se hicieron granadinos y muchos granadinos nos hacemos turistas.